Playa Bang Kao, una playa llena de cultura.
Tailandia es reconocida mundialmente por sus hermosos templos budistas, por el Buda Esmeralda, el desarrollo de sus ciudades como Bangkok, el cultivo de té en los campos coloridos de sus montañas, una cultura llena de leyendas y mitos, es una verdadera combinación de culturas que le dan al pueblo tailandés ese encanto único que resalta en el sudeste de Asia.
Playa Bang Kao es una hermosa playa situada en el sureste de la isla de Koh Samui, la costa sur de la isla es muy relajante, y es la preferida por los viajeros que buscan divertirse entre la tranquilidad de las olas y el viento en la orilla de la playa, no hay una vida activa de comercio ni nocturna a menos de que se maneje hasta aqui o se acudan a las fiestas nocturnas, conocidas por ser las más increíbles de la región por su gran cantidad de clubes y bares playeros, en Playa Chaweng a 30 minutos aproximadamente desde la costa de Playa Bang Kao.
Para las actividades turísticas más cercanas a esta bella playa, se puede ir al famoso museo de mariposas, al acuario de Koh Samui o al Zoo de tigres de la isla.
Al sur de Playa Bang Kao se encuentra una antigua pagoda que puede complementar tu viaje a esta hermosa playa tailandesa.
La costa de Playa Bang Kao se caracteriza por su extensa área de arena blanca ideal para un picnic debajo de la sombra de uno de los hermosos árboles que se erige fuerte y alto sobre la playa.
La playa de Bang Kao permanece casi inmaculada a pesar de la afluencia de turistas a la isla. Esto brinda a la playa un aire digno de cuento de hadas, la arena bajo el mar hace que el color del agua se torne turquesa claro, y el poco oleaje la vuelven perfecta para un paseo por la línea de costa.
El área es ideal para los que buscan un poco de privacidad, las opciones de hospedaje son tan modestas como lo es el ambiente en Bang Kao, las villas privadas ofrecen vista directa a la playa. Los restaurantes sirven la comida más fina y de alta calidad de la isla, es un destino que hay que ver para poder entender el misticismo y la magia que lo cubre.
Dada su posición en el oeste de la isla, un picnic en la tarde entre una familia, o una cena romántica en uno de los restaurantes que tienen vista directa al mar, o incluso ver el horizonte desde tu habitación en una de las villas privadas puede ser una postal hermosa e imposible de olvidar de ver el sol metiéndose. Para luego dirigirte a Chaweng y vivir una noche a la altura.